Seguramente ya has escuchado sobre los daños que pueden causar los distintos productos tradicionales de limpieza, por un lado te preocupas por la limpieza, pero eso puede tener graves consecuencias si no utilizas el producto adecuado.
A la hora de lavar los trastes por ejemplo, debes poner especial atención, ya que los distintos detergentes dejan residuos que no se van con una enjuagada, ni dos, ni tres. Esos residuos van directo a tu organismo cuando comes en esos trastes.
A la hora de conseguir un producto de limpieza, para el área de tu casa que sea, cuida que no contenga ninguno de estos ingredientes:
– Éteres de Glicol
Causan fatiga, letargo y náuseas.
– Ftalatos
Causan daños reproductivos, alteraciones endocrinas, cáncer y daños en los órganos.
– Etoxilatos de nonilfenol (NPE)
Es un potente disruptor endocrino.
– Disolventes derivados del petróleo
Dañan las membranas mucosas.
– Lauril sulfato de sodio:
Causa irritación en la piel y ojos, potencialmente cancerígeno.
– Formaldehído
Potencialmente cancerígeno.
– Fosfatos
Causan daño ambiental generalizado.
– Butilcelosolve
Puede dañar los riñones, la médula ósea, el hígado y el sistema nervioso.
– Etanolaminas (monoetanolamina)
Causa irritación en la piel, ojos y pulmones.
– Perfumes
Causan dolores de cabeza, problemas de sinusitis y asma.
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