Cómo ayudar a un niño a lidiar con una pérdida

El proceso de duelo es una etapa completamente normal en la vida de los seres humanos, todos en algún momento tenemos que lidiar con pérdidas de todo tipo, desde las cosas más “pequeñas”, hasta las más enormes, como la de un ser querido.

Los niños son una parte importantísima de la sociedad en la cual tenemos que poner especial atención,  ya que no es hasta que son adultos que pueden tomar decisiones propias, antes de eso, somos nosotros quienes tenemos que dirigirlos.

Un proceso de duelo es necesario ya que ayuda a aceptar una pérdida, favorece la adaptación al cambio e invita a reflexionar sobre aspectos profundos de la vida, además de ayudar a continuar con mayor fuerza el camino,  y a pesar de que hay algunos duelos más complicados que otros, son necesarios para crecer.

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Como adultos podemos entender esto mucho más, pero a un pequeño debemos aprender a guiarlo para que una pérdida no afecte su salud emocional y mental, de manera que complete todas las fases del duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

Lo más importante es que tu pequeño sea capaz de desahogarse aunque tengas que inventar un juego en el que le cuente sus problemas a su peluche favorito. Él o ella necesitan llorar libremente hasta que su tristeza salga.

Lo mejor que puede pasarle a cualquier persona,  es que durante las experiencias desagradables de la vida, haya con quien tomarse de la mano, que además creé un ambiente positivo en el que haya la confianza de expresar emociones tanto positivas como negativas.

Cada niño sin duda es un mundo,  pero hay una verdad absoluta: la muerte es parte de la vida y las pérdidas siempre nos deben llevar a madurar; En el momento en el que alguien se estanca en una de la fases del duelo, es importante detectarlo y acudir con un experto que pueda brindarnos la estrategia correcta para llegar a la fase de aceptación de una pérdida.

Pasa tiempo de calidad con tus pequeños y asegúrate de que te cuenten si no todos los aspectos de su vida, los más importantes.

Los regalos pronto los van a olvidar pero una buena conversación en donde se sintieron mejor después de hablar contigo, eso jamás se borarrá de su memoria.

Ellos en algún momento tendrán que ser responsables de sus emociones, mientras tanto, te toca a ti.

Cuídalos.