Entiendo perfecto cómo se siente llegar a la oficina el lunes a las 9 de la mañana (en el mejor de los casos), no importa cuántos años lleves en el ámbito laboral, ese día de la semana tiende a ser el más pesado, pero es porque no tienes los hábitos correctos, así que te dejo una guía para decirle adiós al cansancio extremo de los lunes:
RESPETA EL DESPERTADOR
Sí, es lo más difícil del mundo, pero nada mejor que comenzar el lunes levantándote temprano porque ir con prisas al trabajo, llegar tarde, sin desayunar, sólo te deja la sensación de que no estás comenzando bien la semana.
No pospongas la alarma, ocupa unos minutos para estirarte e inmediatamente métete a bañar.
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DESAYUNO
Estoy segura de que por ahí has escuchado que el desayuno es la comida más importante del día y ¡es cierto!
Nada mejor para comenzar bien la semana que un buen desayuno. Éste repone el suministro de glucosa y proporciona otros nutrientes esenciales para mantener los niveles de energía todo el día.
PREPÁRATE
Sé perfecto lo complicado que es conseguir hábitos de organización pero vale taaaanto la pena.
Lo mejor es que tu noche de domingo la uses para preparar todo lo que necesitas para el lunes: bolsa lista, ropa planchada, ingredientes para el desayuno y también tuppers listos con tu comida del siguiente día. Puedes lavar tu cabello una noche antes para que en la mañana no pierdas tiempo en secarlo y si es que usas calor para peinarlo, lo hagas sin ningún problema.
PENDIENTES
Éste es uno de los hábitos que más me ha ayudado a organizarme en el trabajo: ¡Deja una lista de pendientes el viernes para el lunes!
Seguramente el viernes quieres salir corriendo de la oficina, pero ocupa unos minutos para anotar pendientes que sí o sí debes solucionar el lunes, esto te ayudará a que no llegues en blanco a tu trabajo después del fin de semana. Te dará mucho más claridad y eficiencia.
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HAZ ALGO DIFERENTE
Tú le pones todo el color que quieras a este día de la semana. Algo que me funciona muchísimo para darle brillo a mis lunes, es que ese día me premie, de la manera que sea, por ejemplo, si estoy a dieta ese día como chilaquiles.
Guardo los lunes para ir de compras sola, o ese día me pongo una mascarilla, voy a que me arreglen mi ceja o uñas. ¡Te prometo que funciona!
Haz algo que te guste en lunes, ve al cine, cafecito con una amiga, no sé, ¡las posibilidades son infinitas!
Los lunes NO son el peor día de la semana, ¡a mi me encantan!
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