Según un estudio realizado por la Universidad de Yale, México ha rebasado a Estados Unidos en el consumo de refresco y de acuerdo con la Gaceta UNAM, cada mexicano toma en promedio 163 litros de refresco al año. ¡Un 40% más que los estadounidenses, quienes consumen 118 litros!
“El anclaje del refresco en la dieta del mexicano a lo largo de su vida es desde la cuna hasta la tumba, ya que persiste en la sociedad la dificultad y hasta rechazo a renunciar a estas bebidas, incluso entre personas con diabetes. Algunos autores, como Jaime Tomás Page Pliego, llaman a estos hechos ‘Homicidio dulce suicidio’”.
Además, el impacto ambiental del consumo de refresco también es preocupante y por supuesto, costos al erario público para el tratamiento de enfermedades como diabetes o cáncer, menos productividad laboral, gastos importantes para la población y menos calidad de vida.
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